Desde finales de los 80 el fenómeno de los graffitis ha crecido constantemente; en un principio se utilizaban pinturas en spray y rotuladores, pero durante los años 90 los que realizan estos actos vandálicos empezaron a utilizar sus propias mezclas de pigmentos y disolventes para hacer sus marcas lo más indelebles posible.
Desde 2005, los graffiteros han usado líquidos quita-pintura muy agresivos y líquidos corrosivos para dejar sus marcas.
Desgraciadamente estos métodos más agresivos hacen irreversibles las marcas sobre las pinturas y recubrimientos tradicionales.
NTA ha desarrollado un producto específicamente diseñado para el sector ferroviario y que cumple con las normativas específicas del sector.
Desde el año 2006, FGC así como otros clientes, han confiado a NTA la protección con lámina antigraffiti de sus unidades.
La lámina antigraffiti de NTA da la posibilidad a sus clientes de crear la imagen corporativa según los colores propios de cada empresa.